Etapas en el tratamiento hipnoterapéutico.
Con la pluma en el Diván….
Edwin Javier Lamiña Lugmaña.
Psicologo Clinico -Hipnoterapeuta
clinica-hipnosis@hotmail.com
29/11/2019
-Preparación del
paciente.
Incluye el establecimiento de la relación con el paciente,
el informar y desmitificar la hipnosis, y
evaluar la capacidad de trance. Para este último propósito, se han desarrollado
escalas específicas, como la Stanford Hypnotic
Susceptibility Scales, o la Hypnotic Induction Profile, que simultáneamente
constituye un método de inducción. También pueden usarse pruebas sencillas,
como la de levitación del brazo. Aunque en los últimos años este apartado
debido a la gran profusión de trabajos ensayos/ respuestas y estadística acumulada suele omitirse. Se ha
recomendado el definir los procedimientos hipnoterapéuticos, en base a evitar
resistencias en el paciente, poner la responsabilidad del cambio en él, y
permitir mayor flexibilidad y seguridad al terapeuta.
-Inducción de la
hipnosis.
Hay un número casi infinito de posibles técnicas, desde la
relajación progresiva, hasta la fijación de ojos o la levitación del brazo,
todas ellas ya obsoletas en función de las nuevas técnicas de intervención de
la hipnosis clínica. Se calcula que de 2/3 a 3/4 de la población psiquiátrica
ambulatoria es susceptible de ser hipnotizada, y 1 de cada 10 lo es en muy alto
grado.
Posteriormente se profundiza en el trance (focalización)
usando diversas técnicas, desde el descenso por escaleras, respiración, o uso
de imágenes (psico-imagén).
-usando el estado de
atención focalizada.
Las sugestiones dependen básicamente del objetivo
terapéutico. Pueden ser directas o indirectas, en función de la orientación del
hipnoterapeuta y del paciente concreto (más o menos resistente al protocolo).
Las inducciones más habituales terapéuticamente son:
-
Usar
formulaciones positivas. (Incremento de la auto-estima).
-
Uso de la
imagen. (Para profundizar en el estado de atención focalizada).
-
Ser
flexibles en el anunciado. (Utilizando los scripts de forma personalizada).
-
Repetir
las sugestiones. (Bucles para afianzar las sugestiones).
-
Evitar
trasmitir fracaso o duda. (Rapport).
-Terminación.
Se finaliza un estado de atención focalizado con una cuenta
ascendente o se suben las escaleras de nuevo, aunque el simple uso de
sugestiones más o menos directas suelen ser suficiente. A terminación suele
recibir el apelativo de “salida” y siempre ha de ser proporcional a la duración
de la sesión.
-Protocolo.
Este protocolo de intervención que puede parecer a simple
vista sencillo, reviste no obstante una gran complejidad en el uso, diseño aplicación de las diferentes etapas o guiones
(scripts) y requiere de una formación específica y especializada por parte del
terapeuta.
-Aplicaciones.
Básicamente cualquier
problema psico-patologico se ha intentado remitir mediante hipnosis, aunque los índices de eficacia han sido variables y a
veces contradictorios a lo largo del tiempo, en consonancia también con la
heterogeneidad de la práctica hipnótica, la homogeneización de la hipnosis clínica
en los últimos años ha permitido revelar un casuística irrefutable en cuanto a
su valor y eficacia terapéuticas.
Entre las más documentadas aplicaciones destacan el control
del doctor, los trastornos adictivos, los hábitos (tabaco, alimentación), la
reestructuración cognitiva, trastornos psicosomáticos (asma,
gastrointestinales, dermatológicos), estrés pos- traumático, ansiedad (fobias,
insomnio), disociativos (fugas, conversaciones, personalidad múltiple) y otros.
Se sabe que en el estado hipnótico se inhiben ciertas
concentraciones neuronales del córtex, a la vez que se estimulan otras, debido
a la monitorización electrónica que actualmente se puede realizar mediante electroencefalógrafos
digitales, polimonitores de respuestas lobulares y monitores fisiológicos
(tensiómetros, electrocardiógrafos, y medidores de respuestas musculares).
-Efectos y
características del fenómeno hipnótico.
El fenómeno hipnótico produce una serie de modificaciones en
el individuo:
-
Inercia psicomotora.
-
Inexpresividad facial.
-
Catalepsia ocular.
-
Mirada fija y vacía.
-
Conciencia de la piel. (Alexander G. 1979).
-
Conciencia del espacio corporal interno. (Alexander G 1979).
-
Conciencia del espacio externo. (Stevens 1977).
-
Pasividad general motora y psíquica.
-
Aumento de la sugestibilidad.
-
Disminución del ritmo respiratorio, y a veces
cardiaco, así como hipotensión.
-
En el estado sonambúlico se puede producir una
amnesia total si se desea.
No puede hablarse de peligrosidad, ni presenta efectos
secundarios de consideración. En principio solo debe impedirse su uso a través
de la coacción y la presión.
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