¡Mi amiga pagaba todo!
Había salido a tomar un café con una amiga del trabajo; el lugar era elegante, exclusivo, y yo me sentía que no pertenecía a este lugar. Me gustaba salir y charlar con ella porque siempre era positiva y encontraba salidas incluso a los problemas grandes. Me pregunté por qué ella disfruta de viajes, de visitar lugares exclusivos, se veía feliz, vivía su vida como una constante aventura y ¡yo no! Incluso ella ganaba menos dinero, pero siempre se trataba bien. Entonces sentí que algo no estaba bien conmigo, pues yo debía ser el problema. Sentía que algo no estaba bien para que me esté sintiendo, como que no merecía lo bueno que la vida podría darme. Como un flashback, recordé una escena donde mi papá me estaba diciendo que “el dinero corrompe a las personas” y “es malo tener mucho dinero”; entonces me pregunté, "¿El dinero es malo?". Ahora me hizo sentido lo que había escuchado de Edwin Javier: tenía creencias que limitaban mi éxito financiero. Ahora compre...